jueves, 14 de diciembre de 2017

VALORES DESDE LA FAMILIA



La tarea debe comenzar en casa

 Mélida Briceño
@Catolicoslinea

FAMILIA QUE REZA UNIDA PERMANECE UNIDA
Todas las formas de violencia contra los niños son repudiables, sin embargo, los caminos para impedirla, para llegar a tiempo y salvar una vida deben empezar a construirse. Todo este debate sobre los crímenes acaecidos en la República Oriental de Uruguay ha puesto en la palestra infinidad de opiniones, desde los expertos de la medicina, urólogos, psiquiatras, hasta los legisladores. Todos con una idea muy clara sobre el perfil del agresor: que padece una patología psicológica incurable, el 80% de estas personas han sido abusadas en su niñez y hasta las extremas medidas penales que deben tomarse para mitigar a una sociedad consternada y cesar con la impunidad.
Entonces, esos caminos que menciono en principio, están asociados con una ardua tarea que debe empezar inmediatamente desde el núcleo familiar de cualquier sociedad y país del mundo. La educación sexual en la conversa diaria con los hijos es clave, no importa que sean pequeños, es un patrón de conducta para alertarlos en caso de estar frente a un posible caso de abuso, los niños deben aprender a reconocer una mirada diferente, si es de amistad o de otro tipo. Deben despertar la malicia, en el buen sentido de la palabra. Se trata de un trabajo en equipo, papá, mamá, abuelos, hermanos mayores, en fin. Toda la familia. (cf. Prov 22: 6-11)
La indiferencia hacia la conducta diaria de los hijos puede ser letal. El monitoreo sobre su incursión en redes sociales, las nuevas amistades, es un sinfín de situaciones que deben estar en constante observación por parte de los adultos, se trata de un claro deber de los padres, tal como lo establece el capitulo 4 del Código de la Niñez y la Adolescencia de Uruguay (Ley 17.823; cf. Parág 2206-2207 CIC). “Prestar orientación y dirección para el ejercicio de sus derechos”.
El auge de la tecnología juega a favor de este trabajo de inteligencia que debe emprenderse en el hogar. Innumerables son las aplicaciones de celular que pueden ayudarnos a ubicar a los hijos e incluso los famosos botones para marcar directamente a la policía, es cuestión de acabar con la apatía sobre las ideas de que “los niños están bien, en clases, qué les puede pasar allí”. Los potenciales criminales están en cualquier lado, observando desde sus autos, dando vueltas a la manzana, esos que incluso no han quedado en evidencia y por lo tanto no figurarán nunca en ningún registro de abusadores porque son sigilosos y no escandalizan.
INCULQUEMOS VALORES DESDE LA FAMILIA
Después de todas las alarmas que se han activado con los tristes fallecimientos, estas acciones deben ser automáticas en cada familia, es parte del sentido común que surge a partir del amor y protección hacia los hijos. La complicidad armoniosa de la comunicación constante padres e hijos y viceversa, es la apuesta de cada día, en las agendas de trabajo debe estar presente, por intervalos de tiempo, el contacto con los más vulnerables de la casa y así evitamos más tragedias en el mundo. (cf. Prov 1: 7)

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