lunes, 28 de junio de 2021

EVANGELIZAR A LOS JÓVENES CON MEDIOS AUDIOVISUALES

 Monja Guerrera: serie para Catequizar

 


    

  Freddy Berrios                                 @Catolicoslinea 

 

 


Cómo Evangelizar en tiempos modernos? 


La tecnología en este escenario de pandemia que atraviesa nuestro planeta está conquistando espacios como las plataformas de servicio de transmisión de videos, películas y/o series para cualquier dispositivo con acceso a internet. Netflix es una de las empresas de entretenimiento que dentro de sus series llama la atención la producción norteamericana llamada WARRIOR NUN (Monja Guerrera) estrenada en julio de 2020 con una temporada de 10 episodios y que para julio de este año se espera otra temporada. 

Si bien ha tenido críticas por parte de grupos religiosos y creyentes que manifiestan un lenguaje violento e inapropiado, también ha servido de “enganche” para que jóvenes -que no están acostumbrados a ir a la iglesia- se tomen el tiempo de ver y disfrutar de las ocurrencias de una huérfana que al tener otra oportunidad para vivir decide disfrutar del mundo y ayudar a su manera a salvar a la humanidad de demonios. Hay que acotar que cada episodio no tiene nombre propio sino una referencia bíblica, así que de alguna manera el público, que está segmentado para jóvenes adolescentes, aunque sea por curiosidad busca qué significa estas citas de las Sagradas Escrituras y busca relacionarla con la trama. (cf. Jn 8:36) 


WARRIOR NUN. Foto del sitio oficial Netflix.


Contexto de comics y superpoderes. Se puede utilizar a favor de la fe? 


Sí. La Monja Guerrera está inspirada en una novela gráfica (estilo manga) homónima ambientada en la típica lucha del bien versus el mal. En estos tiempos donde ha tenido mucha “comercialización” el concepto de superhéroe, antihéroe, supervillano, superpoderes, guerra y destrucción, ha calado como alternativa y al mismo tiempo como denuncia a estereotipos que la mayoría de jóvenes percibe del sacramento de la vocación religiosa. 

Hay escenas que te arrancan una sonrisa por su irreverencia, como Ava -la personaje principal- fingiendo ser monja y coqueteando con la ofensa religiosa. Obviamente, deja un mensaje inapropiado, pero es aconsejable interactuar utilizando esta entretenida ciencia ficción espiritual y dejar la invitación al corazón del espectador: “dejad, queridísimos jóvenes, que Cristo se ponga a vuestro lado con la palabra de su Evangelio y la energía vital de sus sacramentos. La suya es presencia exigente. Puede parecer una presencia incómoda al principio, y podéis sentiros tentados de rechazarla. Pero si tenéis el coraje de abrirle las puertas del corazón y acogerlo en la vida, descubriréis en Él el gozo de la verdadera libertad, que os da la posibilidad de construir vuestra existencia sobre la única realidad capaz de resistir al desgaste del tiempo y de lanzaros más allá de las fronteras de la muerte, la realidad indestructible del amor” (cf. Discurso del Santo Padre Juan Pablo II en el Jubileo Internacional de los Jóvenes; jueves 12/04/1984) 

Novela gráfica basada en la obra original de Ben Dunn. Fuente: Read Comics Online.


 


Monjas y Artes marciales? 

 

Aunque el agregado de artes marciales en la trama parezca dramático y fuera de toda realidad en el contexto católico, no es una idea alocada de utilizar un sistema ó método de entrenamiento de las capacidades físicas y sensoriales (cf. Gal 5:22-23) 

Si bien el público está acostumbrado a ver en películas, documentales y series a sacerdotes orientales de otras religiones practicando artes marciales, es probable que el uso sea también aplicado como defensa personal y/o disciplina del cuerpo en la vida consagrada católica. 

Un ejemplo del entrenamiento del cuerpo, mente y espíritu para estar preparados en la fe (cf. Ef 6:10-20) se encuentra en el ABIR-JUDITH, el arte marcial más antiguo de Israel practicado exclusivamente por los judíos, transmitido de generación a generación desde los tiempos de Abraham (cf. Gen 32:25) actualmente reconocida por la Autoridad Deportiva de Israel. El ABIR-JUDITH no se contempla como recurso de lucha o generadora de violencia sino como caso extremo que no haya remedio y no se llegue a una negociación pacífica. 

En lo personal recomiendo que disfruten de esta serie en la que se puede apreciar de buenos efectos especiales, sobriedad, estética clara y código de estilo definidos. A pesar de las burlas que realizan por momentos a las instituciones eclesiales, sin parecer tampoco proselitismo religioso, se puede reflexionar sobre temas como los dogmas, la fe ciega y la indiferencia del mensaje evangelizador.


Escena con la hermana Beatrice. Fuente: Netflix.

 

viernes, 25 de junio de 2021

ITALIA: 2DA CONFERENCIA NACIONAL PARA LA SALUD MENTAL


 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN LA SEGUNDA CONFERENCIA NACIONAL PARA LA SALUD MENTAL

Saludo cordialmente a todos los participantes en la Segunda Conferencia Nacional de Salud Mental, organizada por el Ministerio de Sanidad italiano. Este evento me brinda la oportunidad de expresar la estima de la Iglesia y mi propia estima personal por los médicos y los trabajadores de la salud que se dedican a este delicado campo. Su compromiso de responder a las condiciones de quienes padecen trastornos mentales y ofrecerles un tratamiento adecuado es un gran bien para las personas y para la sociedad. Por lo tanto, es de suma importancia ser cada vez más conscientes de las exigencias profesionales y humanas necesarias para atender a estos hermanos y hermanas nuestros que, con la sensibilidad que acompaña a su fragilidad, han sentido con una gravedad particular los devastadores efectos psicológicos de la pandemia.

Por lo tanto, es deseable que, por un lado, se refuerce el sistema sanitario de atención a las enfermedades mentales, sosteniendo también a quienes se dedican a la investigación científica de esas patologías, y por otro lado, promoviendo las asociaciones y organizaciones de voluntarios que acompañan a los enfermos y a sus familias. Es muy importante hacer partícipe al contexto vital en el que se encuentra el paciente, para que no le falte el calor y el afecto de una comunidad. El mismo profesionalismo médico se beneficia del cuidado integral de la persona. Cuidar al prójimo, en efecto, no es sólo un trabajo cualificado, sino una misión verdadera y propia que se cumple plenamente cuando el conocimiento científico se encuentra con la plenitud de la humanidad y se traduce en la ternura que sabe acercarse a los demás y preocuparse por ellos.

Espero, por tanto, que el Simposio, al que contribuyen destacados expertos, suscite en las instituciones, en los organismos educativos y en los distintos sectores de la sociedad una sensibilidad renovada hacia quienes sufren problemas de salud mental, con el fin de infundir una mayor confianza en tantos de nuestros hermanos y hermanas marcados por la fragilidad. Se trata también de ayudar a superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental y, en general, de hacer prevalecer la cultura de la comunidad sobre la mentalidad del descarte, según la cual se presta mayor atención y cuidado a quienes aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los que sufren hacen resplandecer en sus vidas heridas la belleza irreprimible de la dignidad humana.

La pandemia ha enfrentado al personal sanitario a enormes retos, mostrando a todos la necesidad de contar con fórmulas adecuadas de asistencia sanitaria para no dejar a nadie atrás y atender a todos de forma inclusiva y participativa. Vuestra Conferencia Nacional va en esta dirección y, al daros las gracias a vosotros y a todos los que, a distintos niveles, se comprometen a aliviar el dolor de los que sufren, quiero expresaros mi caluroso apoyo para continuar en el camino fecundo de la atención solidaria.

Al formular mis mejores deseos para las jornadas de estudio e intercambio que os esperan, os aseguro mi recuerdo en la oración por los pacientes, sus familias, los voluntarios y todo el personal sanitario, al tiempo que invoco de corazón sobre cada uno la bendición de Dios

Roma, San Juan de Letrán, 14 de junio de 2021.

                                                                    Francisco.