martes, 8 de enero de 2019

COMPATIBILIDAD DE GÉNERO COMO IGLESIA: MISTERIO DE DIOS (1ra  PARTE)
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

El ejercicio pleno de los derechos humanos es la base de la concepción que impulsa la elaboración de un ideal práctico y dinámico que forja el ánimo, la sensibilidad y la evolución de una nueva humanidad. Este ideal es el feminismo cuyo objetivo es eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres así como la equidad de los roles sociales según el género.
LOGO DEL FEMINISMO. Fuente: depositphotos.
El feminismo sostiene que sin los derechos de las mujeres, los derechos no son humanos; con ésta premisa construir una sociedad inclusiva implica no relegar los derechos de las mujeres ni los hombres, ni sus habilidades, capacidades, destrezas e inteligencias. Este ideal ejerce una crítica de la visión androcéntrica (machista) de la sociedad, a la que se debe abordar para conseguir sus objetivos. Pero con nuestras identidades sexuales vienen también nuestras diversas ocupaciones y/o misiones a la que nos creó nuestro Padre Todopoderoso.

¿La Iglesia le ha dado participación importante a la mujer?

Sí. Con el cristianismo se ha considerado y reivindicado a la mujer: La Iglesia, por medio de María, nos acerca al rostro maternal, femenino, fecundo y solícito de Dios haciéndonos comunidad, reuniéndonos en torno a la mesa, enseñándonos a descubrir la fuente inagotable del pan de vida, de la misma manera que una madre coloca el pan en la mesa para que los hijos, alimentados por él, partan hacia sus trabajos y responsabilidades. (cf. Pbro. Pablo Peralta. ¡Ven! Quédate con nosotros. Uruguay - 2018)

¿Qué relación tienen las mujeres mencionadas en la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) con el feminismo?
SANTÍSIMA VIRGEN MARIA. Fuente: archivos.

Revela que el feminismo es un ideal humano derivado de un ideal divino como lo es el catolicismo. La presencia de estas mujeres en la cronología de la salvación de la humanidad atenúa la posibilidad de acoger un rostro femenino de Dios en determinadas circunstancias como referencia personal en un mundo donde el lenguaje religioso –en especial en las culturas monoteístas- es en esencia masculino, lo cual indica que a partir de éste género se expresa una imagen divina prescindiendo de los aspectos y contextos femeninos. (cf. Ivone Gebara. Compartir los panes y los peces. Uruguay – 2008).
Desde Eva en los orígenes de la humanidad, pasando por Febe (diaconisa de la Iglesia de Cencreas) todas las mujeres en la Biblia tienen una lección de vida (cf. Gen 2:22-23; Gen 3:1-24; Lc 1:26-56; Lc 10:38-42; Rom 16:1-2; 1Tim 3:1-13)

¿Por qué no hay mujeres sacerdotes?

SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ (1891-1942)
Por la tradición de recordar a los 12 apóstoles de Jesús –sus apóstoles de confianza- que en esta vida fueron hombres, así como Jesús encarnó de manera masculina. Pero la presencia del género femenino en la salvación es el complemento necesario en la fe y enriquece la catequesis ampliando las perspectivas conceptuales como por ejemplo la expresión “Dios es misericordioso” que remite a la palabra misericordia –corazón necesitado- y tiene su origen del término hebreo “rahem” que significa útero; entonces lo femenino acaba irrumpiendo de diferentes maneras aunque sea apropiado por lo masculino. Además, el hecho de no haber mujeres sacerdotes no le resta importancia al género femenino en la historia de la salvación ya que sin “María no hay Jesús” como lo expresaba Santa Teresa de Calcuta.

¿Es la mujer esclava de la Iglesia?

No. La mujer católica es una mujer de su tiempo y como tal exige sus derechos confiada en la Iglesia, excepto reivindicar posiciones o pensamientos contrarios a los principios de fe como por ejemplo apoyar el aborto como un derecho inalienable del género femenino.(Entrevista a Teresa Heller. Semanario Entre Todos de la Diócesis de Montevideo. 1 de diciembre de 2018)
SOR JUANA INES DE LA CRUZ (1648-1695)
También se ha observado que las consecuencias psicosociales de la supervaloración de lo divino como imagen masculina provocó mecanismos de dominación y sumisión sobre todo para esclavizar a las mujeres en actividades del hogar (limpiar, cocinar, cuidar de los hijos, entre otras) cuyos efectos continúan hasta nuestros días y de los cuales hay que romper esquemas para evolucionar en el amor.