sábado, 23 de diciembre de 2017

URUGUAYOS EN LA ANTÁRTIDA


CON TURRÓN, PAN DULCE Y ASADO CELEBRAN LA NAVIDAD LOS CHARRÚAS EN LA ANTÁRTIDA

Mélida Briceño / @Catolicoslinea

Unos 3 mil kilómetros separan a Montevideo de la Base Científica Antártica Artigas, con una temperatura que varía entre 0º y -3º centígrados, y los 34 uruguayos que conforman la designación oficial para esta base trasladan su idiosincrasia, tradiciones y costumbres a este confín para pasar unas fiestas que incluyen árbol de Navidad, regalos de amigo invisible, turrón, pan dulce, asado de cordero y lechón.

Así lo relató el Teniente Coronel de la Base Artigas, Luis Manzanares, en entrevista telefónica a La República, desde las Islas Shetland del Sur de la Antártida, en ocasión de relatar un poco cómo pasan la Navidad y fin de año. “Tratamos de mantener nuestras tradiciones del Uruguay a los efectos de que el factor de la distancia con los familiares tenga un impacto menor, entonces una de las primeras medidas es que armamos el arbolito el 8 de diciembre, ambientamos los espacios y es como si estuviéramos en casa”.

Recientemente la Base Artigas coordinó con la Armada Nacional un buque que les llevó las provisiones que requieren para todo el año, maniobra importante para este equipo de trabajo. “En esta oportunidad nos dieron una gran sorpresa, llevaron a un marino y lo vistieron de Papa Noel, bajó a la base y sacamos algunas fotos en la nieve con él, esas imágenes se las pasamos a nuestros hijos y están realmente emocionados”, comentó Manzanares.

Esta sorpresiva visita de Papa Noel a la Antártida es un gesto que busca llevarles ánimo y alegría a estos uruguayos que operan ininterrumpidamente una estación meteorológica que forma parte de la red meteorológica mundial. “En realidad se pasa igual que en Uruguay, aunque con la ausencia de nuestros familiares, tratamos de tener el menú acorde, en las provisiones que nos llegan tenemos pan dulce, turrón, cordero y lechón para el asado, así no perdemos la tradición de estas comidas típicas de Navidad”.

También comentó que en los momentos de la celebración no comparten con otras bases por el factor distancia y que las culturas son diferentes. “Rusia y China no festejan, mientras que Chile sí celebra igual más sin embargo no nos unimos con ellos porque las condiciones del terreno no favorecen, en este momento está deshielando.

No es que estemos en aislamiento, pero la base más cercana está a 4 kilómetros y medio. Luego Chile y China están dos kilómetros y medio más adelante. Estamos hablando dentro de la isla. Luego, del otro lado de la isla tenemos a Corea, Argentina y Brasil, esas son inaccesibles por las condiciones del tiempo, debemos ir por agua. Así que nos quedamos solos como una familia celebrando”.

Este año la dotación fija en la base es de 13 personas durante el verano, pero además hay 21 personas de mantenimiento para un total de 34 uruguayos. “En estos días ha cambiado rápidamente el clima y estamos en 0º, -1º como la máxima y -2º o -3º la mínima por el verano, igualmente cuando sopla el viento la sensación térmica baja bastante, hace unas tres semanas tuvimos -20º.


Gestos

Para fomentar un clima de fraternidad, la dotación organiza el amigo invisible, cada uno pone su regalito en el árbol de navidad y cuando llega el 25 se levantan cual si fueran niños, emocionados, a destapar los presentes. “Es una forma de no perder la tradición y sentirnos en familia. En estos días, si las condiciones están dadas, el 40% del personal acude a la misa de la capilla que tiene la base chilena y que es de creencia Cristiana Ortodoxa, acá respetamos el tema de la religión de cada uno y nos alegra que así sea”.

En medio de todas las actividades de festejo, el personal –enfatiza Manzanares– continúa con sus tareas, sus labores, porque “los tiempos para cumplir funciones y la disciplina es primordial”.

Mientras que para el fin de año el equipo celebra igual una cena, aunque desde ya se preparan para asumir los nuevos retos. “Para nosotros esta fecha resume el fin e inicio de muchas cosas, hacemos un balance y para nosotros empieza un año de arduo trabajo, empieza a correr la línea del tiempo de nuestra misión acá que debe cerrar a principio de diciembre de 2018; todo es regulado por las condiciones climatológicas, eso condiciona mucho las tareas, pero aún así, el mantenimiento de la base no para nunca”.

Siempre queda espacio para comunicarse con sus seres queridos, dar el amoroso “feliz año” y gracias a que esta base cuenta con una excelente banda ancha, el sistema de comunicación es muy nítido. “Desde ya enviamos un fraterno mensaje de paz y buenos deseos para el país, que pase unas felices fiestas, acá estamos representando a nuestro país que si bien somos todos integrantes de las Fuerzas Armadas, el personal científico, con nuestra idiosincrasia uruguaya a flor de piel, con los brazos abiertos para recibir a todo el que venga acá a cumplir sus anhelos, sus misiones, brindando los medios necesarios y sobre todo nuestra cultura, la idea es que acá nos sintamos como en casa. Estamos muy bien de ánimo, muy compenetrados con nuestra misión porque estamos siempre dando lo mejor de lo mejor”.

 

 

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