domingo, 8 de noviembre de 2015

CRISTO ES NUESTRO ALIMENTO

EL PAN QUE DEBE SER NUESTRO TODOS LOS DÍAS
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

El pan es símbolo del alimento de la humanidad, fruto de la tierra, producto del sudor y del esfuerzo del hombre y la mujer;  pero la tierra no da fruto si no recibe el sol, de esta manera la sociedad también está necesitada de Dios para producir el auténtico fruto que sea sostenible y sustentable para las demás generaciones, a pesar de nuestro orgullo, de pensar que podemos hacer todo por nosotros mismos valiéndonos de las capacidades del ser humano; al final, este orgullo nos conduce a la violencia, a ser insensibles con lo que acontece en nuestro entorno y terminamos destruyendo el planeta.
Cristo al defenderse del adversario y exponer “no sólo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de Dios” (Mt 4:4) nos enseña que las Sagradas Escrituras son el alimento y la fuerza que nutre a la Iglesia, de allí la importancia de estar congregados como fieles adoradores, compartiendo en hermandad, ya que el término “comida” proviene del latin comes  -compañero- porque a la hora de comer debemos estar reunidos como familia (Barcia, Roque. Sinónimos Castellanos, 1961).

¿Cómo podemos alimentarnos de la Palabra de Dios?    
En nuestra identidad cristiana hemos aceptado a Jesús como nuestro Dios, por lo tanto, debemos honrar y respetar su memoria al celebrar el culto público de ir a misa para estar presente en una infraestructura que nos reúne como pueblo elegido, co-herederos del Reino Celestial del que cada uno de nosotros le da vida mediante la acción del Espíritu Santo.  Es la fiesta de la Eucaristía en la que nuestro pan es el de los demás, por lo tanto es el pan del mundo, accesible sólo en la fe.

¿Por qué es importante ir a misa?   
La Eucaristía, instituida por Jesús en la última cena, manifiesta el gran milagro de la transfiguración de nuestros cuerpos por Cristo para participar de la alimentación de los más necesitados, es el sentido de bondad reflejada en la cuarta petición de la oración universal “El Padre nuestro”  y significa el sacrificio de amor para salvarnos en racimo, como comunidad orante, ejerciendo así nuestro testimonio como acción de gracias a Dios.  Por ello es que la Eucaristía es el Sacramento de los sacramentos (CIC – parág. 611, 671, 1210, 1328).

¿Es obligatorio ir a misa?
No es obligatorio, pero ganamos mucho al participar con los Apóstoles de Cristo del banquete pascual. Al no asistir a misa dejamos de cumplir con el designio que dejó Jesús al decir “haced esto en memoria mía” (Lc 22:19). Es importante destacar que el ser humano tiene tres tipos de necesidades, las físicas o biológicas, las intelectuales y las espirituales o Sabiduría de Dios, pues Cristo en su infinita misericordia nos da el pan que cubre estas necesidades de la humanidad, es el fruto que se multiplica milagrosamente, que supera en toda esencia el maná “temporal” en el desierto  y se convierte en el alimento eterno cuando somos fieles a la Palabra de Dios y esperamos en su promesa. Por esta razón, al pedir “nuestro PAN”, es decir, a CRISTO, debemos desear que nos sea dado cada día, para que quienes permanecemos y vivimos como cristianos no nos alejemos de la fuerza santificadora de su cuerpo (cf. Benedicto VI. Jesús de Nazaret, 2007).


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