sábado, 16 de enero de 2016

LA GRACIA. LLAVE DE LA PUERTA SANTA



LA GRACIA. LLAVE DE LA PUERTA SANTA
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

            La puerta es un elemento, instrumento o accesorio que nos abre un camino a iniciar, pero también nos puede cerrar un trayecto realizado; cualquiera que sea el dilema “abrir/cerrar”, la puerta como objeto mismo, representa espiritualmente “protección” inclusive prudencia ante las acciones humanas que determinan nuestra comunicación con Dios en el Plan Providencial.
            Todas las acciones humanas son calificables moralmente, por lo cual la sociedad necesita de Dios para forjar normas y principios que enuncien el orden racional del bien y el mal; la moral revela la conexión con nuestro Creador para Glorificarlo en nuestro modo de vivir, por lo que se entiende la moralidad de nuestros actos como punto de partida en la encrucijada de la vida donde se encuentran dos puertas y un camino a seguir; la Puerta del Infierno (Sab 16,13; Ecl 51,6; Is 38,10; Mt 16,18; Ap 9,1) y la Puerta Protectora del Redil de Dios (Jn9,10).
            Mientras que la llave, por definición, es un instrumento que facilita o dificulta el uso de una puerta; es el complemento de seguridad que le confiere simbólicamente un aspecto fortificado a la idea en su conjunto (Puerta, llave, cerradura, entre otros elementos...) un ejemplo iconográfico es la representación artística del pasaje bíblico que refiere la expulsión de Adán y Eva del Edén. Este ha sido  plasmado como el paso forzado a través de una puerta que se cierra por no permanecer “en Gracia”, alejándose la humanidad de la voluntad divina. (Giorgi, Rosa. Ángeles y demonios. Editorial Electa. Barcelona – España, 2004)

            ¿Qué es la Gracia?

            Es el paso del hombre viejo al hombre nuevo en Cristo que requiere la disposición y determinación de cada individuo como respuesta libre a la iniciativa de Dios en el camino de salvación. Es la decisión de responder al llamado de Dios de manera consecuente, abriendo la Puerta Santa de nuestro corazón (Sal 24, 9-10) y así Cristo llena la insatisfacción que percibimos de una sociedad en decadencia, nos dota de todo lo necesario para vivir a plenitud y se cumple la misión para lo cual fuimos destinados por el Creador de participar de la naturaleza divina (2Pe 1,4). (CIC – parag. 1996)

            ¿Se inicia el camino de santidad en la Gracia?
           
            Sí. La Gracia es el origen de la obra de la santificación. Aceptar esta verdad no se logra mediante una convicción humana ni es una adhesión sentimental, sino por medio de la fe en Cristo a través del Padre Celestial quién nos elige y nos guía con la acción del Espíritu Santo para adentrarnos en la Misericordia (Mt 16,17; Jn 6,37. 44)

            Por la fe ¿Dios es co-rresponsable de los errores humanos?

            No. Dios nos hace un llamado a la fe en libertad considerando que estos actos de caridad en los valores humanos sean bajo nuestra única responsabilidad. La solidaridad con el prójimo, las obras de misericordia (corporales y espirituales) al igual que el sacrificio desinteresado por el bien común, son el resultado consecuente de decidir complementar la vida con un amor auténtico, sin miedo a la condenación. La puerta del infierno se abre en nuestro tránsito por el mundo si permitimos la injusticia, los antivalores, el consumismo desenfrenado, entre otros errores  que nos produce insatisfacción - vacío moral- ; un vacío espiritual de Dios consecuencia del pecado. Cerrar en absoluto la puerta del reino de los muertos depende del libre albedrío por extender a la vida eterna los valores que se cultiven como  Iglesia militante, utilizando la Gracia como llave de salvación. (Fuentes, Carlos. En esto creo. 2da Edición. Editorial Seix Barral. Barcelona – España. 2004) 

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