EL
PATRIMONIO DEL MATRIMONIO (III PARTE)
Freddy J.
Berrios G.
@Catolicoslinea
En la entrega anterior se detalló
del significado de la palabra “Matrimonio” y la importancia de ser un
sacramento de la Iglesia. Es en el Matrimonio donde se funda la familia considerada
la primera sociedad natural de la humanidad con derechos propios y originarios
además de deberes que integran al individuo a vivir en comunidad con su
entorno, respetando lo que Dios ha creado.
Desde la familia, las personas de
identidad católica tienen un Patrimonio de Fe transmitido por tradición de una
generación a otra y la responsabilidad de vivir este legado es lo que permite
ser consecuente en nuestras acciones, estar convencidos que Dios es amor y
quien permanece en Dios tiene una permanente vitalidad y actualidad en
Cristo. Llegar a este nivel de
compromiso exige una llamada a la
conversión personal, que transforme nuestra existencia y no vivir para nosotros
mismos sino para Aquél que se entregó a Sí mismo por nosotros (Gal 2,20)´
¿Qué efecto tiene la familia en el desarrollo de una nación?
A nivel político, sin familias
fuertes en la comunión y estables en el compromiso ciudadano, los pueblos se
debilitan porque en la familia se inculcan los valores morales que transmiten
el Patrimonio Espiritual como unidad religiosa y el patrimonio cultural de la
nación por las virtudes aprendidas que se refleja en las responsabilidades
sociales, la ayuda humanitaria, la cooperación y solidaridad del cristiano
practicante. (Compendio Doctrina Social de la Iglesia, parág. 213)
¿Qué se necesita para consolidar familias estables?
Se necesita el dinamismo del amor
misericordioso: dar y recibir lo que no se puede comprar ni vender, sino sólo
regalar libre y de manera recíproca.
Sólo en amor cada persona en el planeta es reconocida, aceptada y
respetada en su dignidad; de allí la
familia que construya redes de relaciones interpersonales –internas y externas-
se convierte en la primera escuela de socialidad, ejemplo y estímulo para las
relaciones comunitarias en un clima de justicia, diálogo y sobretodo de amor.
¿Es la familia la Iglesia del futuro?
Sí y utiliza el modelo de la Sagrada Familia de
Nazaret para promocionar con convicción su carácter sagrado, inviolable, su
belleza austera y sencilla, lo dulce e insustituible de la educación familiar;
así que gran parte de lo que será el futuro depende del empeño de la generación
cristiana de hoy. La misión de la familia es asegurar la presencia de valores
como la plena libertad religiosa, el respeto a la dimensión personalista del
desarrollo, la tutela del derecho a la vida y la salvaguarda del equilibrio en
la biota.
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