PERSIGUEN A LOS HIJOS DE DIOS.
III PARTE: LA GLORIA ROJA
Freddy J. Berrios
No nos dejemos arrebatar la felicidad que por derecho nos corresponde;
ante la presión de conquistar nuestras vidas para una gloria humana impuesta a
fuego y sangre, se levanta la auténtica Gloria Roja que significa la alegoría
de nuestra santidad esperanzada en agradar a Dios y manifestar así su
propósito: Su Misericordia a plenitud, es resumir la acción a un término que
prefigure la lucha espiritual del hombre, tomando inclusive elementos
iconográficos que favorezcan el encuentro de nuestras almas con Dios. La Gloria
Roja representa el martirio y la lucha por la fe que nos conduciría a la
salvación gracias al valor y la determinación en las acciones para el cumplimiento
de nuestra aspiración de estar con Él.
¿Se puede asesinar en nombre
de Dios?
No y es una profanación quebrantar el quinto mandamiento de la Ley de
Dios (cf. Ex 20, 13; Mt 5: 21-22); la vida humana, a diferencia de otras
creaciones de Dios, mantiene una
relación con nuestro Señor quien es el único con potestad para limitar nuestra
existencia en el mundo.
Ninguna religión debería tolerar la violencia y el terrorismo, menos
aún, predicarlo; en todo caso, las religiones deben estar comprometidas en la
eliminación de las causas agresivas y promover la amistad, la convivencia y el
respeto entre los pueblos para el bien común. (cf Compendio de la Doctrina
Social de la Iglesia – Parágrafo 515)
¿Qué pedimos los cristianos
a los que nos persiguen para destruirnos?
A los violentos que depongan sus armas y sus cuchillos al pie
de la Cruz. Aunque sus pecados sean rojos como el carmesí, pueden quedar
blancos como la nieve; está en ustedes la decisión de hacer lo correcto y
salvarse. Ustedes violentos, mueren por su dios, pero nuestro Dios murió por
nosotros y resucitó para recordarnos que asumió en su cuerpo el más grande acto
de violencia que ha hecho la humanidad para tener una esperanza, una razón para
VIVIR. El Rey de Reyes viene a ser el Cordero Inmolado, sacrificado en el altar
donde nosotros debimos haber estado. Jesucristo, Isa Al Masih (el Mesías),
camina a través del Medio Oriente y por el mundo entero cuidando a su Pueblo.
¿Qué sucedería si nos
silencian nuestra fe?
Si no entienden nuestro mensaje
con palabras, entonces se lo mostraremos con nuestras vidas como sacrificio.
Ánimo! que el Espíritu Santo es el mediador de este anuncio y testimonio
cristiano, convirtiendo los dolores de parto de la creación entera en gemidos
inefables de plegaria. (cf. Rom 8: 18-27)
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