VIA LUCIS: DETONANTE DEL FUEGO
DE DIOS
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea
Así como el Via Crucis refleja las etapas o
momentos que padeció Jesús, desde que
fue aprehendido hasta su crucifixión y sepultura, el Via Lucis (Camino de la Luz) es una devoción cristiana
que fomenta la meditación sobre la Resurrección de Jesucristo y algunas de las
apariciones de Jesús resucitado y otros episodios registrados en el Nuevo
Testamento; completando la catequesis de la Pasión, Muerte y Resurrección para
prepararnos y recibir el Fuego de Dios en la celebración de Pentecostés que
enciende la vida de la Iglesia para liberarnos de las tinieblas del mal.
¿Qué es el
Fuego de Dios?
Filosóficamente se asocia el fuego a la Trinidad
debido a sus tres naturalezas en una sustancia: el fuego tiene la
particularidad de iluminar, irradiar y calentar, por lo que en el pensamiento
cristiano desde el siglo XIII el Fuego de Dios (Ignis Dei) es el conjunto del
Padre como Luz Creadora (ignis lux),
el Hijo como la Fuerza Redentora que da
calor a nuestra fe (ignis carbo) y el Espíritu Santo como la Efusión de la Misericordia Divina que
destruye nuestros pecados (ignis flama), en armonía para la salvación de la
humanidad. Vivir iluminados por el Evangelio y caminando en la Gracia Divina se
debe al Fuego de Dios. (Tradigo Alfredo. Iconos y Santos de Oriente. 2004)
¿Cómo
consigo vivir bajo el Fuego de Dios?
Por una parte, con la práctica del Via Lucis. Vía
Lucis es un ejercicio de piedad, aprobado y difundido por el Magisterio desde
el 2001, es una herramienta apostólica que permite a los fieles meditar sobre
las diversas apariciones de Jesús -de la Resurrección a la Ascensión- en las que muestra Su Gloria a los discípulos
que esperaban la venida del Espíritu Santo (Jn 14, 26, 16, 13-15; Lc 24, 49) y por
otra parte con la celebración de Pentecostés el cual nos fortalece la fe para
consolidar la tradición de la enseñanza de Cristo sobre el Reino de los Cielos.
Por lo tanto, en la meditación del Via Lucis y vivencia del Pentecostés, se acepta
por convicción la estructura sacramental y jerárquica de la Iglesia que nos
permite vivir bajo la energía transformadora de la Santísima Trinidad. (CIC
parágrafos 696, 715 y 731)
¿Por qué
debemos asistir a la celebración de Pentecostés?
Porque está dentro de los mandamientos de la
Iglesia, es un día de precepto donde los católicos nos santificamos por la
acción del Espíritu Santo porque desarrolla los frutos del misterio pascual de
Cristo, a través de cada talento que nos dio nuestro Padre Creador para Su Gloria.
Así que evitemos apagar el fuego del Espíritu. Amén (1Ts 5,19)
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