Freddy J. Berrios G.
Venezuela tiene una falsa expectativa respecto al progreso como nación, puerta hacia Suramérica, otrora puerto de inmigrantes de otras latitudes que veían la tierra prometida, ven ahora con tristeza y decepción a muchos de sus familiares nacidos aquí partir a otras fronteras con una visión utópica de un país en que se desconoce con certeza su dimensión actual. Se solapa el caso de los “narcosobrinos” de la primera combatiente Cilia Flores que es la punta del iceberg de politicastros venezolanos que transformaron la patria en cuna de maleantes, narcotraficantes, paramilitares y mafiosos de recursos naturales que por derecho son del pueblo.
Adicionalmente, el pueblo se siente burlado en este
sistema democrático, pues en la medida en que las instituciones públicas asegure
la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantice a los
gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o
bien la de sustituirlos OPORTUNAMENTE de manera pacífica, se respeta la
voluntad de todos los venezolanos (cf. Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia. Parág. 406)
El contrabando de extracción de billetes de cien
bolívares, el sabotaje de la infraestructura de pagos electrónicos, entre otros
acontecimientos recientes, serán eliminados con la revolución según los cantos
de sirena del diputado Hugbel Roa quien a su juicio las vigentes medidas
oficiales es una manera eficaz de “reingeniería
monetaria” o financiera para aplacar la versión monetaria de la guerra
económica contra el país. Reconoce el parlamentario que son decisiones que
proyectan una transformación profunda y radical donde reflejará necesariamente
un impacto social, incluso pronostica la posibilidad de haber en su ejecución
daños no deseados.
Para el Economista Luis Peña, estas medidas
económicas son per se decisiones
populistas, carente de toda lógica académica al exigir la entrega del vigente
billete de mayor denominación monetaria sin disponer del nuevo cono monetario, “…con
respecto a los índices bursátiles, la región tiene los ojos puestos en
Venezuela porque hay una situación particular de políticas públicas en el
productor de hidrocarburos principal de la zona suramericana; el caso del
dólar, una página no controla una economía, sin un fortalecimiento del aparato
productivo, el gobierno no podrá salir de su actual estado de emergencia
autoproclamado por nuestro presidente…” sostuvo.
Es preocupante que uno de los países fundadores de
la OPEP y con toda su riqueza natural esté en un nivel de estancamiento en
todas las áreas y variables, inclusive en la tecnológica por el egoísmo inescrupuloso
de un grupo político. Roa dijo comprender la paradójica situación y aboga por
el ejercicio de la crítica al igual que la autocrítica como parte de la
responsabilidad del gobierno, “…si tenemos una casa de la moneda ¿por qué recurrimos
a la firma Crane Currency para la elaboración de billetes?...los equipos
económicos del Banco Central de Venezuela tuvieron muy mala lectura política,
los retrasos, la llegada del efectivo no fueron evaluados correctamente y toda
responsabilidad política fue absorbida por nuestro presidente Maduro…” indicó.
Se sugiere, de igual manera, prolongar la
circulación del billete de cien bolívares hasta que la sociedad empiece a
adaptarse al nuevo cono monetario en las operaciones de canje; ningún
comerciante va a considerar que debe recibir el billete de 100 Bs porque el
pueblo anda nervioso ante una denominación que técnicamente ya salió de
circulación. La prudencia por parte de la SUNDDE debería ser determinante como
conciliador.
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