sábado, 23 de abril de 2016

ECONOTA POR EL DIA DE LA TIERRA

Ante los problemas del servicio de recolección de basura
Estudiantes de la U.E “El Cumbe” creando conciencia
Los alumnos de la entidad educativa con ayuda de profesores y representantes realizaron jornada especial con el fin de llevar un mensaje para que la comunidad cuide el agua. Esta actividad fue realizada en los alrededores de la institución

Wilson Peña / ECS-UBV Trujillo

En horas de la mañana del día jueves 07 de abril del año en curso se pudo observar en el sector El Cumbe, parroquia Juan Ignacio Montilla del Municipio Valera – Estado Trujillo el operativo ecológico que fue un éxito llevado a cabo por los estudiantes de 2 grado y personal de mantenimiento de la Unidad Educativa El Cumbe, en la que los niños distribuyeron material informativo a  todos los transeúntes de esta zona y sectores vecinos con la finalidad de difundir y educar lo importante que es en nuestra vida la conservación ambiental.
Haciendo énfasis en el término conciencia  podemos resaltar que los encargados y los ejecutores de este plan  se acercaron a las inmediaciones del rio Motatan  en la parte de la cancha deportiva, para limpiar un sitio que ha sido destinado como basurero por parte de los vecinos de ese sector.
Esperando que estas iniciativas se mantengan de generación en generación  por parte de toda la comunidad para que la afectación del rio Motatan sea menor  ya que el agua  es un elemento indispensable en nuestra vida y sin este recurso natural no podemos vivir.
A nivel mundial, los caudales en las reservas de agua potable están disminuyendo y en estos momentos nuestro país esta pasando por un fenómeno climático en el que especialistas lo denominan “el niño”  por lo que el gobierno bolivariano incita a todos los venezolanos a hacer conciencia sobre el uso de nuestros recursos naturales así como de la energía. 


Contaminación por aglomeración y lixiviación de desechos sólidos en la orilla del río Motatan que fluye por el sector.






Los alumnos realizando lo propio con la recolección de desechos sólidos.

miércoles, 20 de abril de 2016

7) DIGNIFICAR AL DIFUNTO

PREPARACIÓN PARA LA GRACIA. DIGNIFICAR AL DIFUNTO (VII PARTE)
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

Dentro de los actos que conducen a la salvación, enterrar de manera solemne a quienes en esta vida buscaron resplandecer parte de la Gloria de Dios y a quienes han muerto en Cristo pero no están purificados, es la manera en que se honra a los hijos de Dios que han exhalado el último aliento y cuyo espíritu van al encuentro de la Divina Misericordia. El creyente no se despide de su prójimo sino le inhuma un “hasta luego” con la certeza de resguardar nuestra esencia como templos del Espíritu Santo en la sepultura que abriga nuestro polvo (Gen 3, 19) convirtiéndose en la última obra de caridad corporal en el mundo.
El católico debe prepararse para morir porque estamos destinados a un fin más sublime después del pecado; Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes, por eso en Cristo se llega a la resurrección de entre los muertos para alcanzar una vida plena y feliz. Nacemos para morir y morimos para vivir las promesas de nuestro Señor.
¿Es pesimismo pensar en la muerte?     
No. Aceptar nuestra temporalidad en este mundo para reconciliarnos en el amor del Padre Creador no es pesimismo. Pensar en lo efímero como Iglesia militante debería ser un estímulo para dejar un legado a las demás generaciones como modelo sustentable de fe y que sea nuestro aporte en la consolidación del Reino de los cielos.
Recordemos que Jesús experimentó la muerte para bien de todos (Hb 2,9). Por lo tanto, la persona que fallece en Cristo sale de su cuerpo para vivir con Dios (2 Co 5,8).
¿Por qué se ora a los difuntos?
Porque es un gesto de solidaridad e iniciativa santa para que los difuntos purifiquen sus pecados y sean libres. Nuestra oración por los difuntos no sólo los ayuda sino hace eficaz su intercesión en nuestro favor (2Mac 12, 43-45). En la Eucaristía se vive la comunión de todos los fieles cristianos, tanto de los que permanecemos en la tierra así como de los que son Iglesia purgante e Iglesia triunfante (santos y ángeles) por disposición del amor misericordioso de Dios.
¿Por qué se entierra a los muertos?
Porque se recuerda el tiempo que Cristo permaneció en el sepulcro, donde su Persona divina continuó asumiendo su alma y su cuerpo, separados sin embargo entre sí por causa de la muerte pero es el medio que utiliza para rescatar a la humanidad, proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban condenados. (CIC. Parag. 630, 632)
Los creyentes como Iglesia peregrina ofrecen al Padre, en Cristo, al hijo de su gracia que se deposita en la tierra, con esperanza el germen del cuerpo que resucitará en la Gloria. Es por ello que los cuerpos de los difuntos deben ser tratados con respeto y caridad en la fe. (CIC. Parag. 2300)
     

        

6) VISITAR AL ENFERMO

PREPARACION PARA LA GRACIA. VISITAR AL ENFERMO (VI PARTE)
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

Estar enfermo es tener alterada la salud en cualquiera de las dimensiones del ser humano; físico, mental y espiritual. La expresión “enfermo” denota un desequilibrio que se presenta en la vida desde la expulsión del Edén de Adán y Eva que se convirtió en parte de la naturaleza de la creación, por lo tanto, la enfermedad es la corrupción de la condición original de “imagen y semejanza” divina (Gen 1,26-27).




El creyente se lamenta ante Dios por su enfermedad e implora la curación a través de oraciones, peticiones, incluso negocia sacrificios, penitencias, ayunos, abstenciones, entre otras líneas de acción que ofrece el afectado para dar testimonio del milagro o de la sanación esperada y así dar Gloria a Dios. De esta manera, los de identidad católica, experimentamos que la enfermedad tiene una vinculación mística con el pecado, a la concupiscencia, por lo cual, la fidelidad a Dios devuelve la buena vida (Ex 15,26)

¿Por qué visitar al enfermo?

El enfermo carga una vocación y un apostolado especial porque el sufrimiento que padece tiene un sentido redentor por los pecados de los demás, a la vez que experimenta su cercanía a Cristo en el misterio de su pasión, muerte y resurrección. Al visitar al enfermo se aprende a aceptar y a santificarse en la enfermedad con Dios en unas circunstancias inesperadas e indeseadas que es útil para madurar en la fe y atraer a los extraviados (Villegas, Ricardo. Reflexiones en noches de insomnio. EVIGRAFT. 1era Edición. España, 2009).

¿Cómo podemos estar sanos?   

Cristo es la medicina contra cualquier espíritu de enfermedad que quiera separar a la humanidad de Dios. La configuración con Dios y su contemplación debe infundir en el cristiano un anhelo por participar en este mundo, en el ámbito de las relaciones humanas, ocupándose en dar de comer, de beber, de vestir, dar refugio, el cuidado, la acogida y la compañía al Señor que llama a la puerta (Mt 25, 35-37).
La compasión de Cristo hacia los enfermos indica que Dios ha visitado a su pueblo, a la hija de Sión, para perdonar toda falta y curar toda enfermedad (Is 33,24; Lc 7,16).

¿Los enfermos pueden gozar de indulgencia en este año jubilar?


Sí. El Papa Francisco ha manifestado que vivir con Fe y gozosa esperanza esos momentos de prueba (estar enfermo), recibir la comunión, participar en la Santa Misa o en la oración comunitaria, son medios para obtener la indulgencia jubilar. Así mismo, aquellas personas que no puedan estar de cuerpo presente en la Iglesia,  pueden utilizar los diversos medios de comunicación social y asumir una actitud de unión espiritual  con Dios para disfrutar de esta bendición (Carta del Santo Padre Francisco con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Vaticano, 01 de septiembre de 2015)  

5) VISITAR AL PRESO

PREPARACIÓN PARA LA GRACIA.  VISITAR AL PRESO (V PARTE)
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea




El año jubilar de la Misericordia decretado por el Papa Francisco es una oportunidad de reconciliación con el amor divino; es una invitación a participar en el banquete de nuestro Señor que se extiende a toda la humanidad. La obra de visitar a los privados de libertad es una acción propicia para divulgar y aplicar indulgencias a las personas que dirijan sus pensamientos, oraciones y actitudes al Padre creador como proceso de reconducción de la dignidad del individuo en la sociedad. (Carta SS Francisco con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia 01 de septiembre de 2015)
La sentencia cumplida –pena- es un instrumento de conversión del culpable, es la expiación moral de sus acciones ante la justicia humana que busca restaurar las relaciones de convivencia armoniosa (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Parág. 403) pero en ocasiones las instituciones carcelarias sirven de escenario a nuevos crímenes y por ello está el deber de preocuparse por el prójimo que experimenta la limitación de su libertad.

¿Qué significa estar preso?

Significa ser esclavo de sí mismo; es estar encadenado a sus bajas pasiones, a la ignorancia, el orgullo y apegado a la vanidad del mundo. En el pecado se vive preso de los vicios y del desenfreno, es la dependencia justificada de la carne que manipula la mente y empobrece el alma. El pecador se encuentra dentro de una jaula de oro con la puerta abierta donde el adversario no quiere que esa alma se de cuenta para que, al llegar la muerte, la referida puerta se cierre de manera irreversible.

¿Existe oportunidad para que el preso se salve?

Sí. En cuestión de fe, la persona que abandona el camino de santidad al que estamos llamados no implica estar extraviada de manera definitiva; se asemeja al caso de la persona que infrinja las leyes establecidas en la sociedad que puede reparar sus faltas en un debido proceso judicial.  La salvación radica en una auténtica libertad  que se vive por dentro y por fuera, desde nuestra conciencia hasta nuestros diversos escenarios de participación con la comunidad que refleje la buena intención de haber buscado el perdón y sentirnos perdonados.

¿Cuáles son las virtudes que debemos forjar para ser libres?  

Cristo nos enseña el amor a la verdad para ser libres (Jn 8,32); quiere decir que no debemos aferrarnos por el amor propio sino sacrificarnos para el bien del prójimo, de manera humilde sin ser más de lo que somos ni entenderse como acto de heroísmo ya que el auténtico amor nos libera de nosotros mismos. También están la virtud de la austeridad y la templanza de conseguir sólo lo necesario para ser felices sin caer en excesos y por último la voluntad del servicio generoso que el enviado del Padre nos enseñó para vivir a plenitud.  
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

El año jubilar de la Misericordia decretado por el Papa Francisco es una oportunidad de reconciliación con el amor divino; es una invitación a participar en el banquete de nuestro Señor que se extiende a toda la humanidad. La obra de visitar a los privados de libertad es una acción propicia para divulgar y aplicar indulgencias a las personas que dirijan sus pensamientos, oraciones y actitudes al Padre creador como proceso de reconducción de la dignidad del individuo en la sociedad. (Carta SS Francisco con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia 01 de septiembre de 2015)
La sentencia cumplida –pena- es un instrumento de conversión del culpable, es la expiación moral de sus acciones ante la justicia humana que busca restaurar las relaciones de convivencia armoniosa (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Parág. 403) pero en ocasiones las instituciones carcelarias sirven de escenario a nuevos crímenes y por ello está el deber de preocuparse por el prójimo que experimenta la limitación de su libertad.

¿Qué significa estar preso?

Significa ser esclavo de sí mismo; es estar encadenado a sus bajas pasiones, a la ignorancia, el orgullo y apegado a la vanidad del mundo. En el pecado se vive preso de los vicios y del desenfreno, es la dependencia justificada de la carne que manipula la mente y empobrece el alma. El pecador se encuentra dentro de una jaula de oro con la puerta abierta donde el adversario no quiere que esa alma se de cuenta para que, al llegar la muerte, la referida puerta se cierre de manera irreversible.

¿Existe oportunidad para que el preso se salve?

Sí. En cuestión de fe, la persona que abandona el camino de santidad al que estamos llamados no implica estar extraviada de manera definitiva; se asemeja al caso de la persona que infrinja las leyes establecidas en la sociedad que puede reparar sus faltas en un debido proceso judicial.  La salvación radica en una auténtica libertad  que se vive por dentro y por fuera, desde nuestra conciencia hasta nuestros diversos escenarios de participación con la comunidad que refleje la buena intención de haber buscado el perdón y sentirnos perdonados.

¿Cuáles son las virtudes que debemos forjar para ser libres?  


Cristo nos enseña el amor a la verdad para ser libres (Jn 8,32); quiere decir que no debemos aferrarnos por el amor propio sino sacrificarnos para el bien del prójimo, de manera humilde sin ser más de lo que somos ni entenderse como acto de heroísmo ya que el auténtico amor nos libera de nosotros mismos. También están la virtud de la austeridad y la templanza de conseguir sólo lo necesario para ser felices sin caer en excesos y por último la voluntad del servicio generoso que el enviado del Padre nos enseñó para vivir a plenitud.