martes, 1 de diciembre de 2015

PARA REFLEXIONAR EN ESTA ENTRADA DE DICIEMBRE. ENTRADA ESPECIAL # 50

LO PERFECTO DE LO IMPERFECTO
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea

Por definición del Magisterio, la encarnación se refiere al hecho que Dios se hizo hombre para regenerar la imagen de la humanidad destruida por el pecado y restaurar así su ícono original; es el misterio del Verbo ilimitado del Padre que se ha limitado a sí mismo, asumiendo el Hijo de Dios la naturaleza humana para salvar la creación; es por Cristo que se ha devuelto el arquetipo primitivo a la imagen corrompida y se ha llenado de belleza divina. Estudios biológicos, físicos-químicos y antropológicos demuestran que la raza humana tiene infinitas potencialidades en los proyectos que se propone, pero presumir que nuestra ciencia puede prescindir de Dios es nuestro error como parte del plan del adversario para conducirnos a la idolatría.  

¿Por qué el Padre Creador envió a Su Hijo al mundo bajo naturaleza humana?

Porque debemos reflejar la Gloria de Dios mediante nuestras acciones. Tenemos un vínculo con Dios-Creador por ser auténticas y particulares obras maestras del cual debemos conocer nuestras  capacidades, fortalezas y debilidades; no podemos seguir aparentando que nuestras ideas, ejecuciones, operaciones y reflexiones son  propias, que vienen por una chispa electro-neuronal, sino aceptar que lo mejor de nosotros mismos es la verdad del Espíritu Santo (cf. Lc 7:36-48).
Jesús, dentro del plan providencial, nació de la Santísima Virgen María para ser uno de nosotros, semejante en todo excepto en el pecado. (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 22,2) 

¿Es importante la encarnación del Hijo de Dios?

Sí; era necesaria que nuestra tendencia enfermiza a pecar fuera sanada. Mediante la encarnación del Verbo se restaura la sabiduría en nosotros para que la Gracia Santificante se manifieste, actúe y produzca cambios favorables como testimonio de misericordia, en esto conoceremos el amor que Dios nos tiene (cf. Jn 3:16). Nuestros errores podemos enmendar y aprender de ellos si al final logramos reconocer que Dios nos hace falta para que perdone nuestros pecados, desórdenes y fallas; éste es el modelo de Santidad recibido por los creyentes para evitar ser perfeccionistas, trabajando la virtud de la humildad a través de la paciencia  y el sacrificio. (CIC, parág. 457-464)

¿Cuál es la diferencia entre la Encarnación y la Reencarnación?

 La Encarnación es imitar a Cristo en el auténtico amor; nos hace partícipe de la naturaleza divina para que nuestras almas busquen la perfección del prójimo a través de nuestras propias imperfecciones y nos salvemos por fe. La Reencarnación es una filosofía no cristiana de purificar espiritualmente los errores del pecado en diversos “ciclos biológicos” hasta llegar a ser un ente puro, entendiéndose como un proceso de regeneración perpetua de la naturaleza (Battistini, Matilde. Astrología, magia y alquimia. Editorial Electa, 2005)

El nacimiento de Jesucristo, por lo tanto, re-evoluciona al ser humano que le da esperanza al mundo porque le da valor a nuestra condición y nos redime de la muerte eterna. El tiempo de adviento es propicio para que reflexionemos y preparemos el camino a seguir.   


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