Aniversario/ Este 26 de octubre se conmemoró los 151 años del natalicio del Médico de los Pobres
José Gregorio Hernández, tras la huella de un santo
Desde 1949 se sigue la causa de la santificación oficial por parte de la Iglesia a este ilustre hijo de Isnotú. Devotos apuestan por un milagro para su pronta beatificación. Conozca algunos testimonios de fieles que aseguran haber recibido un milagro del Médico de los Pobres. “De ser beatificado será un acontecimiento que cambiará el país y la vida de los feligreses”, expresó el padre Emiro Suárez.
Prensa Gobierno Bolivariano de Trujillo
Freddy Berrios
El Doctor José Gregorio Hernández Cisneros cumple 151 años de nacimiento y la feligresía trujillana sigue orando y esperando de brazos abiertos el milagro que lo lleve a los altares. Este pueblo no desiste en su fe y lo demuestra cada año a través de la peregrinación que, por esta fecha, realiza la comunidad cristiana para honrar el legado de este “Santo Popular”.
El pasado 26 de octubre, en conmemoración de los 150 años del nacimiento del Venerable, la Diócesis de Trujillo decretó Año Jubilar de la vida ejemplar de este ilustre hombre nacido en el pueblo de Isnotú, quien plasmó mediante sus acciones el amor misericordioso de Dios al prójimo.
El padre Emiro Suárez, de la Diócesis de Trujillo, comenta en relación a los dos supuestos milagros atribuibles a la intercesión del Dr. Hernández (uno en 1987 y otro en 2009), que fueron rechazados por el Comité Médico autorizado por la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos en Roma: “Los conocimientos son neta y exclusivamente de la comisión que lleva la causa, eso no se hace público, igual que el milagro que se apruebe, eso pasa a reserva del Vaticano”.
Con respecto al milagro que se requiere para la beatificación, el sacerdote expone: “Para que un hecho de sanación sea reconocido como milagro es muy importante que la enfermedad no tenga cura, y luego debe ser comprobado por la ciencia médica. Por eso es muy importante que las personas guarden todos los récipes, exámenes, el historial médico y luego cuando se compruebe el milagro, y la causa que estudia los milagros considera que se puede llevar a Roma, lo lleva y allá hay una comisión de médicos que se dedica a estudiarlo, de hecho, se le hacen todos los exámenes a la persona nuevamente”.
La Causa para la Santificación de este Venezolano trascendental del siglo XX está tramitándose desde 1949. Algunos han opinado que se ha estancado su proceso en documentos burocráticos del Vaticano. Sobre ese punto el sacerdote trujillano considera: “No está estancado, es un proceso que hay que seguir los lineamientos, las normas canónicas; lo que tenemos que hacer es orar muchísimo, que la gente esté informando sobre los milagros, a mí me ha pasado mucho que me ha llegado gente con tantos milagros extraordinarios y yo decía.. ¡Bendito Dios, este es el milagro! pero después la gente no aparece más nunca porque no guardaron el historial médico, no tenían nada que presentar, de modo que yo sí creo que estamos en proceso de beatificación, es muy importante que nos mantengamos con la esperanza firme, pidiéndole a Dios ese regalo”.
Testimonios
Millones de feligreses de todas partes del mundo han testimoniado diversos favores y sanaciones concedidos por quien ya es conocido de manera no oficial como “el Santo del Pueblo” pero se necesita un milagro para la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández. “El milagro tiene que ser un hecho extraordinario, que supere las fuerzas de la naturaleza y el cual supone una intervención especial de Dios. La acción milagrosa se logra por la intercesión del Venerable, a quien se invoca con fe, para que recomiende ante Dios a la persona afectada”, aclara el padre Emiro.
En el estado Trujillo hay un caudal de devotos que a diario sostienen haber recibido un milagro del “Santo Popular”, tal es el caso de Edgar Cuevas, de 62 años, coronel que forma parte del Cuerpo de Bomberos y es residente de Sabana Libre. Asegura que José Gregorio lo salvó de que le amputaran una pierna.
“Tenía siete añitos cuando sufrí un accidente de tránsito y el fémur se me partió. Vivía con mis papas en Mérida y los médicos dijeron que debían amputarme la pierna. Un día antes de la operación, en la noche, entró a la habitación un señor alto, de sombrero y vestido con un hermoso paltó; estaba yo muy dormido y sólo recuerdo que me revisó la pierna. Al día siguiente, mi madre, que era muy devota de José Gregorio, me quitó la sábana y notó que tenía unos algodones llenos de merthiolate y al lado una estampita del Venerable”.
Continua Cuevas con el relato: “Mi madre se arrodilló y dio las gracias a Dios por la intercepción de José Gregorio, ella le había pedido fervientemente que me sanara la pierna para que no me la cortaran. Los médicos se molestaron y preguntaron que quién se había atrevido a tocar mi pierna, que algún enfermero había entrado sin permiso a curarme. Cuando me fueron a operar, los médicos se dieron cuenta que los daños en la pierna eran menores. Estaba sano y fue gracias al favor concedido por José Gregorio Hernández”.
Otro testimonio muy interesante es el de Deisy Cifuentes de González, madre del joven, Eduard Enrique González, habitante de Carvajal. “Mi hijo tenía siete años, eso fue un 3 de enero de 1998, él salió a la avenida de la Hoyada, se nos escapó, venía una camioneta y lo arrolló, presentó fractura de fémur, edema cerebral y muchas otras fracturas, lo llevamos al Hospital de Valera, de allí lo sacamos para una clínica y duró ocho días en terapia intensiva; después lo operaron porque ya no resistía el dolor del fémur, de allí empezaron las oraciones a José Gregorio, toda la comunidad nos ayudó en oración y hasta hicieron una caminata ofreciéndola por la salud de mi niño, estaba muy grave después de la operación, tenía medio cuerpo dormido, pero de pronto se empezó a recuperar muy rápido, lo dieron de alta un 14 de enero. Nos dijo el doctor que estaba asombrado porque un edema cerebral no se sanaba tan rápido, y cuando le hizo la tomografía ya no tenía el edema cerebral, luego recuperó el habla, y ahorita tiene 25 años. Mi hijo lleva una vida normal, el neurólogo se asombró porque no le quedaron secuelas, bendito sea Dios”.
“Yo le atribuyó ese milagro a José Gregorio Hernández porque fueron muchas súplicas; en ese tiempo, cuando se recuperó, lo llevamos todos en caminata hasta Isnotú y le pagamos la promesa a nuestro Médico Santo, nos dijeron que fue sanación, pero para mí, si fue un hermoso milagro”.
Alternativa al proceso
El Magisterio de la Iglesia, mediante el decreto “Ex Cathedra”, emitido por el Papa, pudiera aprobar la canonización sin requerir milagros. Sobre esta posibilidad, el padre Emiro sostiene que “si es posible, pero también es necesario seguir el curso que ya se inició para el proceso de beatificación, el Papa tiene la potestad y la facultad para beatificar a una persona e incluso existe ese camino, pero yo creo que no se van a saltar el proceso a menos que el Papa tome la decisión, tengo entendido que Su Santidad ya leyó el libro de la vida del doctor JGH, pero sigamos orando para que Dios nos dé ese regalo, porque estoy seguro que será un acontecimiento que va a cambiar a la Patria y a América Latina”.
Los venezolanos, cargados de fe, debemos esperar la milagrosa noticia de la beatificación de JGH, debemos seguir orando para que nuestro “Médico de los Pobres” sea declarado oficialmente por el Vaticano y asi Venezuela tenga el primer laico en los altares.