LA OBLACIÓN
DE NUESTRAS VIDAS A DIOS
Freddy J.
Berrios G.
@Catolicoslinea
La ofrenda es la oblación de hoy; la oblación puede ser la ofrenda de toda la vida, por eso el pueblo de
Dios debe estar consciente que si ofrecemos nuestras acciones, pensamientos,
posesiones personales, es decir, toda nuestra vida para dar Gloria al Señor,
hay que sobrellevar el sacrificio que conlleva. Resistir a la concupiscencia de
la carne y a sus desórdenes lujuriosos que afectan la psique, constituye un
verdadero reto para alcanzar uno de los frutos de la acción del Espíritu Santo:
dominio propio; este dominio es un estado de vigilancia, de mantener el corazón
libre de todo afecto que pudiera distraernos del objetivo de amar y ser amado
por Dios. La integración de la sexualidad en el individuo en su ser corporal y
espiritual es lo que se conoce como castidad
y expresa la identidad sexual verdaderamente humana a la que todos estamos
llamados a ejercer como virtud para educar la libertad interior hacia la
perfección cristiana.
¿Qué importancia tiene la familia en la formación sexual?
La familia es un espacio de
comunión tan necesaria en una sociedad cada vez más individualista y permite
manifestar, desarrollar y transmitir el amor que favorece en todos sus integrantes la dignidad
personal, el reconocimiento de valores como la acogida cordial, el diálogo, la
disponibilidad desinteresada, el servicio generoso y la solidaridad profunda
que permiten en la educación de los hijos a considerar las normas morales como
garantía necesaria para el crecimiento personal y responsable en la sexualidad
humana.
¿Es la familia tradicional quien sirva de ejemplo en la sociedad?
Un padre y una madre en unión
estrecha por lazos de comunicación y afecto es lo que se conoce como familia
tradicional y es una moda que no pasa
según palabras de Doménico Dolce y Stefano Gabbana quienes manifiestan su
identidad homosexual pero no comparten el tema de la adopción en uniones
homosexuales ni su reconocimiento como familia funcional, objeto actual de
debate público. (http://www.abc.es/estilo/gente/20150313/abci-dolce-gabanna-adopcion-201503121934.html)
Los padres deben ser por lo
tanto, misioneros de amor y vida en donde los hijos tengan un modelo de
conducta en la laboriosa castidad ejercida en la consagración del matrimonio
para estar alertas ante las tentaciones impuras y sirva como reparación por los
numerosos pecados que comente el mundo contra las virtudes de santidad.
¿Qué opina el Magisterio sobre el reconocimiento civil de las uniones
homosexuales?
Se destaca que la persona
homosexual debe ser respetada en su dignidad y animada a seguir el plan de Dios
con un esfuerzo especial en el ejercicio de la castidad, pero este respeto no
significa la legitimación de comportamientos contrarios a la ley moral como el
reconocimiento de un derecho al matrimonio entre personas de un mismo sexo, con
la consiguiente equiparación de estas uniones con la familia. El criterio
antropológico se opone a la unión homosexual ya que el complemento interpersonal
en el plano físico-biológico como en el eminentemente psicológico entre hombre
y mujer es incongruente por lo que refuerza la posición del Magisterio en
sugerir que la unión entre dos personas sexualmente diversas puede llevar a la
perfección de cada una de ellas en una síntesis de unidad y mutua
complementariedad psico-física (Compendio doctrina social de la Iglesia, parág.
228; CIC 2357-2359)
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