LA VIRGEN
MARÍA: METÁFORA DE LA ZARZA ARDIENTE
Ing. Freddy
Berrios
@Catolicoslinea
El Espíritu Santo se encarna en
el seno de María y arde en ella sin consumirse, como fuego que no quema, pero
ilumina e irradia con intensidad para abrir los ojos al mundo al nacimiento de la esperanza, la salvación de todos; María
concibe a Dios permaneciendo virgen demostrando la Omnipotencia del Padre
Creador (cf. Ap 4:6-8; 6; 8) es morada santa de recogimiento y paz de
Jesucristo, la obra maestra e Iglesia
del Dios vivo.
La Virgen María asume los riesgos
desde la anunciación del ángel (cf. Lc 1:38) hasta después de la ascensión de
Cristo (Hch 1:14) para dar testimonio y catequizar a la humanidad; ya que por
la acción del mismo Espíritu Santo, nace de Ella la Iglesia Militante, personificada
como la nueva Eva que nos conducirá hacia la Patria Celestial.
¿Por qué la Virgen María es la Patrona por excelencia de los católicos?
María es el modelo de conducta
perfecto del género humano y del que los católicos la admiramos con un especial
afecto por ser honrada primeramente por Dios: “Sin María no hay Jesús” (Beata
Madre Teresa de Calcuta). El título de María dicho por Santa Isabel (cf. Lc
1:43) “Madre de Dios” (Theotokos en griego) expresa la realidad de ser Ella el primer
Sagrario, quién nutrió al Señor con su pecho, donde sus manos y rodillas fueron
el trono más sublime; en definitiva toda su esencia muestra el camino a seguir
para el encuentro con Dios.
¿Por qué Patrona y no Matrona?
El término Patrona viene del
latín Patris que es Padre y denota la responsabilidad o protección de un
terreno, un hogar o el que representa un grupo de personas. El término Matrona,
según el diccionario de la real academia, significa madre de familia, respetable
y de cierta edad; por ser un modelo de experiencia y de confiabilidad, se
extiende su aplicación a las parteras y funcionarias públicas empleadas en las
aduanas para revisar a las mujeres.
Aunque ambos términos son
atribuibles a la Santísima Virgen María, en el campo apostólico la Patria
expresa origen y se conecta con el término patrón por ser el que protege a los suyos, a la familia; evoca el
calor del hogar en que nacemos así como el regazo de nuestra madre. Al hablar
de patrón es también hablar de dogma, amor, de honor.
¿Es María intercesora de la humanidad?
Sí. Ella intervino en la primera
señal de Jesús pero de una manera muy humilde y propia de un cristiano al
expresar “Hagan lo que él les diga” (cf. Juan 2:1-11); sólo Dios nos guía con
un propósito y es el de retornar a nuestra Santidad (cf. Sal 45: 11).
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