Desafío de los creyentes en el escenario político del siglo XXI
CATÓLICOS EN LATINOAMÉRICA.
REHABILITAR LA DIGNIDAD DE LA POLÍTICA (1era. PARTE)
Freddy Berrios
@Catolicoslinea
La separación Iglesia-Estado es
el concepto legal, técnico y político por el cual las instituciones gubernamentales
y religiosas se mantienen separadas; por lo tanto, en estos casos ninguna
representación de idealismo espiritual interviene en los asuntos públicos,
teniendo cada parte una autonomía para tratar los temas relacionados con sus
esferas de influencia. Es una de las medidas por las cuales se busca el
establecimiento de un Estado aconfesional o que no se identifica por fe (no-confesional)
como parte del proceso de emancipación de cualquier tutela religiosa y se denomina paradójicamente
un “Estado laico” (secularización de la sociedad).
¿Por qué separar la política con la Iglesia?
La separación Iglesia-Estado está
relacionada con la extensión de la libertad de culto a todos los ciudadanos; y,
se condiciona a partir de este derecho la relación entre el Estado y la
Iglesia. Ocurre sobre todo en aquellos gobiernos con religión de mayor
incidencia social que tiene pertenencia oficial en asuntos políticos que favorecen
legal y/o informalmente una religión en detrimento de las demás por medio del
patronato regio u otras acciones similares.
La separación entre religión y
Estado es una idea que comienza a surgir a partir del humanismo, durante el
Renacimiento; se consolidó con la Ilustración, por medio de la corriente
filosófica racionalista, llegando a ser una política oficial durante la revolución
francesa, la independencia estadounidense y las revoluciones burguesas que
buscaron deshacer la llamada "alianza entre el Trono y el Altar". (http://science.jrank.org/pages/11240/Secularization-Secularism-History-Nature-Secularization-Secularism-1914.html)
¿Qué opina el Vaticano al respecto?
El máximo representante actual de
la Iglesia Católica, el Papa Francisco, manifiesta que la política es un
servicio de sacrificio y entrega -al punto tal- que a veces se puede considerar
a los políticos como ‘mártires’ de causas para el bien común de sus naciones.
La Iglesia a través de la Evangelización –no imposición ni coacción- pretende
buscar el bien común en la sociedad como un derecho para conseguir la más alta
aspiración de felicidad al individuo, a su familia y a su entorno.
Desde que el catolicismo empezó a
organizarse para extender La Buena Nueva a todas las Naciones, el sacerdote ha
estado llamado a anunciar y denunciar a tiempo y a destiempo las injusticias
que abarcan las dimensiones de la vida de las personas. En 1864 el Papa Pío IX
en la encíclica Quanta Cura condenó el socialismo y el liberalismo económico; denunció
conjuntamente, por una parte, la pretensión del socialismo del siglo XIX de
sustituir la Providencia Divina por el Estado y, por otra, el carácter
materialista del liberalismo económico que excluye el aspecto moral de las
relaciones entre capital y trabajo.
Para 1891 el Papa León XIII en la
encíclica "Rerum novarum" dejó patente su apoyo al derecho laboral de
«formar uniones o sindicatos», pero también se reafirmaba en su apoyo al
derecho de la propiedad privada. Además discutía sobre las relaciones entre el
gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una
organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo. Luego, en
1901 la encíclica Graves de Communi Re,
rechaza el sindicalismo que implicaba la lucha de clases. (Compendio de la
Doctrina Social de la Iglesia Católica. Cap. II – inciso C)
¿Cómo puede el laico participar o asumir responsabilidades políticas?
COLOMBIA 01 AL 03 DE DICIEMBRE 2017 |
El Papa Francisco invita a los
católicos a actuar de manera coherente con los principios y convicciones de fe,
invita a no quedarnos indiferentes a la cosa pública, ni replegarnos en los
templos o esperar líneas de acción por parte de otros o grupos de consignas eclesiásticas
para luchar por la justicia, por formas de vida más humana para todos. Reaccionar a lo que sucede en nuestro entorno –metro
cuadrado- para ser capaces de hacer visible nuestra misión desde la fe (la clave
para contemplar los milagros).
“Estas son las situaciones que el
clericalismo no puede ver, ya que está muy preocupado por dominar espacios, más
que por generar procesos. Por eso, debemos reconocer que el laico por su propia
realidad, por su propia identidad, por estar inmerso en el corazón de la vida
social, pública y política, por estar en medio de nuevas formas culturales que
se gestan continuamente tiene exigencias de nuevas formas de organización y de
celebración de la fe” (mensaje en video del Papa Francisco en el Encuentro de
Católicos que asumen responsabilidades políticas al servicio de los pueblos latinoamericanos.
Colombia 01 al 03 de diciembre de 2017).
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