EL CANTO Y LA MÚSICA; LA
PURIFICACIÓN DE LA ORACIÓN
Freddy J. Berrios G.
@Catolicoslinea
La
expresión vocal del canto en estrecha relación mística y sagrada con la
palabra, constituye -desde época inmemorable- en parte integral de la unidad
con Dios; es una práctica que, en conjunto con la música, interviene la
inspiración como el dinamismo del espíritu y se transforma en arte del tiempo,
es decir, son obras limitadas (con duración) pero transmite su historia a la
humanidad.
La
Iglesia Católica mantiene esta tradición judeo-cristiana del canto y la música
sacra en el culto divino, la liturgia solemne, cuyos rasgos se pierden en los
tiempos bíblicos de Jubal –padre de la música israelita- hasta nuestros días.
(cf. Gen 4,21; CIC parág. 1156-1158)
¿Qué influencia tiene el
canto y la música en la Evangelización?
Estructura sistemática musical: Claves |
El
canto y la música constituyen parte de la armonía de los signos de fe,
vinculadas a la adoración de Dios y reflejada como testimonio hacia la
feligresía a través de tres (3) criterios principales definidos por el
Magisterio; la conversión de la oración como virtud de belleza en su expresión,
la participación unánime de la asamblea en los momentos previstos y el carácter
solemne de la celebración eucarística.
(cf. Ef 5,19; Col 3,16; CIC parág. 1157)
¿Cómo se aplica la expresión
“el que canta ora dos veces”?
Con
la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, el canto y la
música dedicada a Dios se renueva y regenera eternamente en las fiestas
litúrgicas, cuya línea de acción artística es imprescindible: acompaña a los
fieles a través del año eclesiástico, del salterio semanal y de la liturgia
cotidiana. Participan, por lo tanto, en la metanoia –conversión de corazón-
para la Gloria de Dios y la santificación de Su pueblo. Desde las primeras
comunidades cristianas, el canto religioso popular ha transcurrido en una
evolución sistemática de la doctrina católica de manera progresiva e
ininterrumpida en el que la inspiración y la sensibilidad humana se comunican
“temporalmente” con lo divino. (cf. Mt 26,30)
¿Cuándo ingresó el canto
litúrgico en la Iglesia?
Se
tienen registros alrededor del año 386 en Italia por San Ambrosio, Obispo de
Milán; la impresión arrolladora que produjo entonces este acontecimiento
evangelizador se halla reflejado en un pasaje del texto “Confesiones” de San
Agustín. (cf. San Agustín, Confessiones, 9,6,14)
San Ambrosio (n.340-f.397) |
San
Ambrosio fue el primer creador de música eclesiástica de gran estilo; añadió a
los salmos y cantos bíblicos la forma de himno, declamaciones religiosas sencillas,
modeladas melódicamente sobre la salmodia, pero sensiblemente más libres en
expresión que los cantos judíos. (cf.
Hamel & Húrlimann. Enciclopedia de la Música. 6ta Edición. Barcelona –
España. 1977. Págs. 111-113)
No hay comentarios:
Publicar un comentario