sábado, 9 de julio de 2016

REFLEXIONES DE UN SEMINARISTA



LA MANSEDUMBRE, VIRTUD DE DIOS
Andri Viloria/ 2do. de Teología Seminario Trujillo
@Catolicoslinea

La mansedumbre, proviene del griego: “PRAUTES”. Significa: gentileza, afabilidad, mansedumbre, por ello la mansedumbre soporta la incomodidad, este fruto se puede manifestar cuando están totalmente rendidos a Dios.
La mansedumbre de Dios no implica debilidad, el creyente lleno del Espíritu Santo manifestara mansedumbre, el también puede conocer el poder de la indignación, pero así mismo será manso. El elevado lugar que se concede a la mansedumbre en la lista de las virtudes humanas se debe al ejemplo y a la enseñanza de Jesucristo.
Por ejemplo la mansedumbre de Moisés aunque retenía la fortaleza del liderazgo, se mostró dispuesta a aceptar daños personales, sin resentimiento o recriminación.
En el Nuevo Testamento, la palabra mansedumbre se refiere a una actitud interior, es parte del fruto del carácter semejante al de Cristo producido solamente por el Espíritu Santo. (Gal.5:23).Los mansos no se resienten ante la adversidad, debido a que aceptan todo como efecto sabio y amoroso propósito de Dios.
El que tiene mansedumbre soportara a los unos y a los otros, aun con sus palabras responderá con mansedumbre. La cual conduce a una perfecta cortesía para que podamos reprender sin rencor. Discutir sin intolerancia, encarar la verdad sin resentimiento, enojarse sin pecar, ser amables y sin embargo no ser débiles. La mansedumbre una manifestación del fruto del Espíritu, es evidente que las personas solamente lo puedan manifestar cuando están rendidas a Dios y cuando la presencia del Espíritu Santo domina en su totalidad en el hombre
La mansedumbre modera los arrebatos de cólera que se levanta impetuosa para rechazar el mal presente. Jesús enseña:
"Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra". (Cf. Mt 5:4)



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