domingo, 26 de abril de 2015

PERSIGUEN A LOS CRISTIANOS (1ra PARTE)



PERSIGUEN A LOS CRISTIANOS (1/3) ALERTA
Freddy J. Berrios
@Catolicoslinea

Cristianos en varias partes del mundo son víctimas de la violencia y de la imposición a la fuerza de creencias religiosas que son contrarias al amor, la tolerancia y el respeto. Asesinan a sangre fría a los hijos de Dios infundiendo terror en nuestros hermanos en donde el adversario pone a prueba la fe de cada individuo para lograr su propósito: separarnos del camino de Santidad. No conforme con estas acciones, las hordas infernales se han dado a la tarea de expandir por los medios de comunicación la especulación, la falsa información de la extinción de la religión cristiana en poco tiempo, cuando mucho en cinco años estiman que ya no habrán cristianos en el Oriente del planeta Tierra. Oremos por las personas que buscan matar el cuerpo; que sus corazones de piedra sean derretidos por la Misericordia de Dios y les haga reconocer el valor de cada vida en el mundo. Es hora de tomar acciones católicas, rodilla en tierra, camándula en mano y los brazos abiertos para abrazar la cruz de la victoria. Amén.
¿Cómo enfrentarnos ante tanta inseguridad por profesar nuestra fe?
La oración debe ser una constante en la vida del cristiano. También nuestras obras determinaran la maduración de nuestra fe; donde se anuncie la Buena Nueva de Cristo y se denuncie con valentía las debilidades de la humanidad para ejercer el bien común, allí estará la persecución latente para intimidar las acciones del Espíritu Santo en cada uno de los que se mantiene en el camino de Santidad. (cf Mt 10: 16-28; Rm 8:18-27; Ap 12:17)
¿Qué significa tener Temor de Dios?
En cuanto a la distinción y aplicación de términos, temor en sentido humano y Temor de Dios son totalmente diferentes. Uno aplica a la imposición, dominación y subordinación; el otro es un don del Espíritu Santo desde el “soplo de la vida” para experimentar el amor perfecto con Dios y así expulsar todo “temor”. El Temor de Dios, por tanto, es el respeto y el amor filial hacia nuestro Padre Creador al punto de inquietarnos de ofenderlo por nuestras acciones, por lo que se fomenta un ardiente deseo de vivir según Su Voluntad dando testimonio como hijos de Dios. (cf. Eclo 23: 27; 40:27)
¿Estamos ante una guerra espiritual?
Sí. Desde que nos formamos en el vientre materno estamos propensos a las asechanzas del demonio, por eso es importante la oración individual y colectiva del pueblo de Dios para la salvación en comunidad. La inclinación al mal nos hace olvidar el quinto mandamiento de nuestro Señor que condena la destrucción voluntaria de la vida humana, por lo que tenemos que  asumir una actitud de fe ante los acontecimientos que se encuentran en todos lados en pleno desarrollo. Es la Esperanza de gloria para los hijos de Dios que sufren con Cristo por amor a la humanidad y al planeta entero: Justicia, Paz y Unidad de la obra creadora de Dios se ha convertido en la consigna de TODOS los hombres y mujeres  de buena voluntad, creyentes o no creyentes.

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