PERSIGUEN A LOS CRISTIANOS (1/3) ALERTA
Freddy J.
Berrios
@Catolicoslinea
Cristianos en varias partes del
mundo son víctimas de la violencia y de la imposición a la fuerza de creencias
religiosas que son contrarias al amor, la tolerancia y el respeto. Asesinan a
sangre fría a los hijos de Dios infundiendo terror en nuestros hermanos en
donde el adversario pone a prueba la fe de cada individuo para lograr su
propósito: separarnos del camino de Santidad. No conforme con estas acciones,
las hordas infernales se han dado a la tarea de expandir por los medios de
comunicación la especulación, la falsa información de la extinción de la
religión cristiana en poco tiempo, cuando mucho en cinco años estiman que ya no
habrán cristianos en el Oriente del planeta Tierra. Oremos por las personas que
buscan matar el cuerpo; que sus corazones de piedra sean derretidos por la
Misericordia de Dios y les haga reconocer el valor de cada vida en el mundo. Es
hora de tomar acciones católicas, rodilla en tierra, camándula en mano y los
brazos abiertos para abrazar la cruz de la victoria. Amén.
¿Cómo enfrentarnos ante tanta inseguridad por profesar nuestra fe?
La oración debe ser una constante
en la vida del cristiano. También nuestras obras determinaran la maduración de
nuestra fe; donde se anuncie la Buena Nueva de Cristo y se denuncie con
valentía las debilidades de la humanidad para ejercer el bien común, allí
estará la persecución latente para intimidar las acciones del Espíritu Santo en
cada uno de los que se mantiene en el camino de Santidad. (cf Mt 10: 16-28; Rm
8:18-27; Ap 12:17)
¿Qué significa tener Temor de Dios?
En cuanto a la distinción y
aplicación de términos, temor en sentido humano y Temor de Dios son totalmente
diferentes. Uno aplica a la imposición, dominación y subordinación; el otro es
un don del Espíritu Santo desde el “soplo de la vida” para experimentar el amor
perfecto con Dios y así expulsar todo “temor”. El Temor de Dios, por tanto, es
el respeto y el amor filial hacia nuestro Padre Creador al punto de inquietarnos
de ofenderlo por nuestras acciones, por lo que se fomenta un ardiente deseo de
vivir según Su Voluntad dando testimonio como hijos de Dios. (cf. Eclo 23: 27;
40:27)
¿Estamos ante una guerra espiritual?
Sí. Desde que nos formamos en el
vientre materno estamos propensos a las asechanzas del demonio, por eso es
importante la oración individual y colectiva del pueblo de Dios para la
salvación en comunidad. La inclinación al mal nos hace olvidar el quinto
mandamiento de nuestro Señor que condena la destrucción voluntaria de la vida
humana, por lo que tenemos que asumir
una actitud de fe ante los acontecimientos que se encuentran en todos lados en
pleno desarrollo. Es la Esperanza de gloria para los hijos de Dios que sufren
con Cristo por amor a la humanidad y al planeta entero: Justicia, Paz y Unidad
de la obra creadora de Dios se ha convertido en la consigna de TODOS los
hombres y mujeres de buena voluntad,
creyentes o no creyentes.
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